SOPA DE AJO
Ingredientes:
- 150 g de jamón serrano
- 10 dientes de ajo
- 6 huevos (1 por persona)
- 12 rebanadas de pan duro
- 2 litros y medio de caldo de carne
- Sal y pimienta (al gusto)
- 2 cucharadas de pimentón dulce "De la vera"
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra
Preparación de las sopas de ajo:
- Pelamos y fileteamos
los ajos, no es necesario que sean muy finos. El ajo debe dar olor y
también proporcionar la emulsión entre el agua y el aceite para que la
sopa sea excelente. Reservamos en un cuenco.
- Elegimos una cazuela grande,
calentamos el aceite en el fondo e introducimos el ajo. Salteamos hasta
que comiencen a coger un color dorado (pero cuidado que no se arrebaten) y
añadimos también el jamón cortado en trozos pequeños. Removemos con
una cuchara de madera de manera envolvente hasta juntar bien los sabores.
- Cuando los ajos tengan un color
miel tostado añadimos 6 rebanadas de pan duro y les damos unas vueltas.
Retiramos la cazuela del fuego y espolvoreamos con el pimentón dulce,
a mí me gusta así aunque mucha gente lo hace con pimentón picante, todo
depende del cocinero/a. El pimentón cumple una doble función: colorea de
rojo el pan y además proporciona aroma. Es importante hacerlo con la
cazuela fuera del fuego para evitar que el pimentón se queme y que todo
quede con un desagradable sabor amargo que nos fastidiaría la sopa.
- Removemos todo bien y que se
junte el aceite con los ajos, el jamón, el pan duro y el pimentón.
Volvemos a colocar la cazuela al fuego, siempre bajito dado que el truco
de esta sopa es que el agua o el caldo nunca rompa a hervir durante el
proceso de cocción. Rehogamos todo durante 2-3 minutos más y sin dejar de
remover agregamos el caldo de carne. Si no tenéis caldo también se puede
hacer sólo con agua, os quedará muy parecida, no tan potente pero muy
buena de sabor. Cocemos a fuego moderado durante unos 20 minutos, en ese
tiempo no hace falta remover la sopa.
- Pasados los 20 minutos añadimos
el resto del pan, las otras 6 rebanadas que previamente hemos tostado con
un poco de aceite de oliva. Colocamos en la superficie y las dejamos
flotar hasta que se ablanden. Añadimos sal y pimienta negra recién molida.
Probad el caldo antes de añadir la sal puesto que dependiendo de la
cantidad de jamón y lo salado que sea puede que no sea necesario.
- Rompemos los huevos y los
echamos a la sopa. Yo suelo añadir un huevo por comensal pero depende de
cada uno, si queréis dos o tres… a vuestro gusto. Dejamos cuajar durante
2-3 minutos. Otra opción es la de separar las claras de las yemas y añadir
sólo las claras a la sopa y la yema ponerla después en cada
plato. Cuando añadimos la sopa al cuenco la yema se mezcla con la
sopa y queda deliciosa. El huevo quedará o bien en forma de huevo hilado o
en trocitos escalfado.
- Servimos super caliente en un
cuenco o si tenemos en cazuelas de barro (es lo propio). ¡Y que aproveche!
Se hacen muy
rápidas y su elaboración es súper sencilla. Un sopa muy completa que
podéis tunear como más os guste. Se puede añadir jamón, chorizo, tocino frito,
bonito…etcétera, un poco en función de los gustos de cada uno/a.
Consejos:
- Dicen que la corteza del pan
puede llegar a estropear la receta por eso en muchas panaderías al llegar
la Semana Santa venden pan de sopa. Yo no he notado la diferencia, me
imagino que será por el tipo de pan.
- El mejor pan para estas sopas
es el pan castellano, de trigo blanco. Las rodajas de pan suelen ser de
entre 5 a 15 milímetros para que la sopa espese al ablandarse el pan.
- Le va muy bien una hoja de
laurel en la cocción. Y una de las recomendaciones más importantes, tal
como os comentaba, es que el caldo nunca rompa a hervir durante el
proceso de cocción.
- Y por último no hace falta
decir que lo que diferencia unas sopas de ajo corrientes de unas sopas de
ajo extraordinarias son los ingredientes: el jamón, el aceite, los ajos,
un buen pimentón de la Vera… marcan la diferencia.
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