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domingo, 17 de septiembre de 2017

Hospital de Santiago


EL HOSPITAL DE SANTIAGO (S. XV)

      Los Condes de Feria fundaron en Zafra dos hospitales: el de la Salutación o de Santiago y el de San Miguel. Ambos para la atención de enfermos y recogimiento de los pobres.
Supuestamente, les movían sólo afanes caritativos y espirituales, pero tras ese patrocinio había otros fines; razones políticas buscando fomentar la paz social en su estado, para aliviar tensiones por la existencia de una pobreza muy extendida entre sus súbditos, y razones de prestigio social manifestando una magnificencia que les haría destacar entre la nobleza de la zona.
Sus fundadores Lorenzo II Suárez de Figueroa y su esposa María Manuel aprovecharon la casa que había sido la primera residencia de los Señores de Feria en Zafra, antes de la construcción del alcázar, para hacer el hospital de Santiago.

EL HOSPITAL

Era una casa situada cerca del casco urbano, comparte medianía con las casas del antiguo Concejo, se comunicaba con la plaza Chica y estaba inmediata a la primera iglesia de la villa.
El edificio, modificado y reformado, se articula en torno a un patio cuadrado. Su estructura original responde al gusto mudéjar, que en la época se había implantado como corriente tradicional en las formas constructivas de la zona y patente en el uso del ladrillo.
Dispone de una capilla que, a pesar de las modificaciones, mantiene su estructura espacial: una cabecera cuadrada y un cuerpo rectangular. (Una disposición muy parecida a la iglesia de Santa Clara, pero más reducida).
El resto de la casa se destinaba a las funciones hospitalarias.
Había 6 salas altas y bajas para la cura de enfermos, algunos cuartos para acoger a los pobres de solemnidad, una hospedería para recoger a los pobres que transitaban de todas partes. También había unas habitaciones destinadas al capellán y al enfermero. Además, un camposanto donde sepultaban a los pobres que fallecían en el hospital.
El establecimiento tenía huerta, corrales y una fuente con un estanque para lavar la ropa de los pobres.
Destaca la portada del hospital que contrasta con el resto del edificio desornamentado y construido  con materiales pobres.


La Portada está dispuesta en un lienzo de sillería y muestra una decoración con mezcla de elementos y formas mudéjares con otras procedentes del gótico final (gótico florido).
Apreciamos dos arcos, uno carpanel y otro conopial, y elementos vegetales del gótico. Lo más llamativo: los esquemáticos y delgados troncos podados con brotes entrelazados de manera simétrica, y los dos ondulantes baquetones que enmarcan la puerta y que se vuelven rectos en la hornacina.
Calificada como una obra original, extraña e interesante. Podría ser de la última década del siglo XV o del primer cuarto del XVI.
El único motivo simbólico es una venera, insignia de la orden de Santiago. Tal vez por ello se conocía, además de La Salutación, como Hospital de Santiago.
(Recordemos la vinculación de los miembros de la Casa de Feria con la Orden de Santiago).
Más tarde, en el siglo XVII, época barroca, la ventana de encima de la puerta se cegó y se pintó el Arcángel S. Gabriel saludando a la Virgen. (La Anunciación o Salutación).  

ORDENANZAS DEL HOSPITAL

Las primeras ordenanzas que regulaban el funcionamiento del hospital de Santiago datan del siglo XV, del año 1492. Otorgadas por los segundos condes de Feria. En ellas se establecía que dicho hospital tenía que:
 -Acoger a siete u ocho enfermos pobres, de ambos sexos, tratarlos física y espiritualmente hasta su curación y en caso de fallecimiento darles sepultura.
-Atender, también, a pobres transeúntes, a los que daría cobijo y sustento durante un máximo de tres días.
-Recibir, sin impedimento alguno, a cualquier individuo que acudiese allí a morir.
-Reservar dos cámaras para los frailes enfermos de cualquier Orden; dominicos o franciscanos, que acudieran a curarse al hospital.

Respecto a la administración y funcionamiento del hospital; un mayordomo se encargaba de la administración de los bienes y rentas, un hospitalero cuidaba del aseo y del abastecimiento y cocinado de víveres. Había un médico, un capellán y existía una especie de consejo directivo encargado de velar por el cumplimiento de las ordenanzas y la supervisión de las cuentas, compuesto por el cura de la parroquia de Santa María, el prior del convento de Santo Domingo del Campo, el guardián de San Benito y el mayordomo del hospital.

La financiación del hospital eran aportaciones en forma de limosnas y dotaciones a cargo de sus fundadores los primeros condes y del segundo conde Gomes II y su primera esposa Constanza Osorio, que hicieron una dotación de bienes y rentas a la institución; la donación de la Dehesa del Rincón, unas propiedades suficientes para producir las rentas adecuadas con las que hacer frente a los gastos que suponían el cumplimiento de las funciones asistenciales.

ACTUALIDAD

En la actualidad su denominación es  “Casa Hospital de Santiago Esclavas de la Virgen Dolorosa”.
La forma jurídica es congregación e institución religiosa, y su actividad es asistencia en establecimiento residencial para personas con discapacidad intelectual. 

Nuria Biosca, 2017

miércoles, 12 de julio de 2017

Parte de Nuestra Historia


A los defensores de la Monarquía y a los que la apoyaban se les premiaba con títulos, tierras y derechos.
Enrique III premia al Gran Maestre de Santiago, Lorenzo I Suárez de Figueroa, por su valor y fidelidad, cediéndole a su hijo Gomes I Suárez de Figueroa los lugares de Feria, Zafra y La Parra (Señorío de Feria).
Siglo XV. Gomes I Suárez de Figueroa, Primer Señor de Feria, establece en Zafra su residencia.
El rey además de concederle al Señor de Feria determinados territorios le cedió los derechos de impartir justicia, gobernar la población y cobrar impuestos.
El traslado de estas funciones, propias del rey, al señor dieron lugar a la formación del Estado de Feria, un estado señorial dentro del reino de Castilla.
El señor delegaba la administración de la justicia en los cargos municipales, elegidos también con su aprobación.
Gobernar la Población:
“Funcionarios señoriales”
Una clase privilegiada que disfrutaba de numerosas ventajas frente al resto de la población, como un puesto vitalicio, movilidad funcional y geográfica, un salario, ayudas para contraer matrimonio, nacimiento de los hijos, defunciones y otras desgracias, estudio de los hijos, asistencia sanitaria y una jubilación que contaba con las limosnas del señor.
“Las elecciones”
La elección de los cargos municipales era la siguiente:
Se elaboraba una relación de candidatos entre los nobles por un lado y el resto de la población por otro. Se ponía el nombre de cada uno en un trozo de papel y se depositaba en un cántaro o saco. Después el Contador de la Casa de Feria seleccionaba los candidatos más adictos a los Feria, y le hacía llegar al señor el listado de los elegidos con una cruz y un breve informe al lado de cada nombre. El señor ratificaba y enviaba los nombramientos y la cantidad que cada uno debía abonar por adquirir los cargos.
Incluso para ser alcalde había que pagar al señor de los derechos a desempeñar al cargo.
Cobrar tributos:
“Hacienda es sólo el señor”
Una de las formas más rentables de aumentar el patrimonio señorial era el cobro de impuestos a los comerciantes. Impuestos a las mercancías que entraban y salían de la ciudad, impuestos para pesar o medir estas mercancías.
Las murallas fueron unas de las primeras construcciones emprendidas en el señorío de Feria, no tanto para la defensa de la población como para el cobro de los impuestos de mercancías.
Gomes llegó a un acuerdo con los vecinos, que consistió en eximirles para siempre de las obligadas velas y rondas en las fortalezas del estado a cambio de su colaboración en las obras.
Todos los caminos pasan por Zafra
Su situación geográfica entre Andalucía, Extremadura, Portugal facilitó los intercambios comerciales y determinó la historia de Zafra como centro de comunicaciones, y capital administrativa y de servicios de la comarca.
Día de Feria
En el siglo XIV, para fomentar la repoblación del lugar, la monarquía conceda a Zafra la celebración de un mercado y de una feria.  Los señores de Feria apoyaron siempre estas  iniciativas, ya que repercutían en su beneficio económico. En el siglo XV se le vuelve a conceder a la ciudad una nueva feria por San Miguel. Estas ferias formaron un eje anual sobre el que se asentó la actividad económica de la población.
El mercado tenía como escenario las plazas Grande y Chica. A finales del siglo XVI, la Plaza Chica quedó como lugar de venta de productos perecederos y la Plaza Grande como sede de los grandes mercaderes.
El mercader
Es una figura de las más importantes en la vida social, económica y política de Zafra.
Los primeros mercaderes de la ciudad eran de origen judío y con la protección de la Casa de Feria prosperaron rápidamente, formando con el tiempo uno de los gremios más  ricos e importantes de la ciudad. Adquirieron tierras y casas, transformándose en rentistas y llegaron a ocupar cargos municipales.
En el siglo XVII comenzarán a despuntar los mercaderes cameranos (de origen riojano).
Acaparan riqueza y poder hasta los siglos XVIII y XIX en el que se enfrentan con el poder señorial.
Oficios y beneficios
El comercio se nutre también de los artículos fabricados por los artesanos de Zafra, desde el siglo XV se asientan en los lugares de la ciudad más cómodos para desarrollar sus actividades, dando el nombre de su oficio a calles o barrios.
Muchos eran los que acudían a Zafra para aprender a un oficio, pasando de aprendiz, a oficial y a maestro finalmente.
La mayoría de estos oficios pervivieron hasta el siglo XIX, iniciándose su decadencia en el siglo XX, cuando no pueden afrontar la competencia con las empresas mecanizadas.
Industria de ayer y hoy
Para buscar el inicio de la industria en Zafra hay que remontarse al siglo XVI, en el que son conocidas sus tenerías, en ellas se curtían pieles que se vendían fuera y dentro de la villa, dando trabajo a numerosa mano de obra, que disfrutaba de elevados salarios y condiciones favorables de trabajo. También existían fábricas de jabón, cola, guantes, y numerosos molinos harineros a lo largo de la Rivera de Zafra, además de molinos de aceite en otros lugares.
Entre lo sagrado y lo profano
A imitación de las grandes obras de la monarquía, los señores de Feria proyectaron  durante los siglos XVI y XVII varias reformas en Zafra, para crear una ciudad acorde a su cargo y posición. Diseñaron un conjunto palatino formado por el Alcázar, convertido en palacio, junto a la iglesia y convento de Santa Marina (en el siglo XVII, un pasadizo uniría Santa Marina con el palacio). Impulsaron las obras de la Iglesia Mayor, posteriormente Colegiata. Construyeron la capilla funeraria y relicario de Santa Clara, y potenciaron la fundación de nuevas casas religiosas.
Como ejemplo: Margarita Harrington, prima de la 1ª Duquesa de Feria, Juana Dormer. Su legado testamentario sirvió para financiar las obras de la Iglesia conventual de Santa Marina.
Lugares Sagrados
Zafra fue y es una ciudad para el espíritu. Sus numerosos templos lo confirman: ermitas, iglesias, conventos, monasterios, capillas e incluso una sinagoga, ejemplo de la convivencia con otras comunidades religiosas.
Lugares de culto para la nobleza, para los comerciantes, para el pueblo, para todos.
Conventos: del Rosario, de Santa Catalina, de Santa Clara, de Santa Marina, de Carmelitas Descalzas, de la Cruz de Cristo.
Hospitales: de Santiago, de San Ildefonso, de San Miguel.
Entre lo humano y lo divino
La prosperidad económica, el entendimiento social y la protección de los señores de Feria favorecieron un ambiente culto y humanista en el que dejan su huella políticos y poetas, filósofos y científicos, aventureros y humanistas, tratadistas de ajedrez y libertadores..., hombres y mujeres de todos los tiempos.
Desde Fray Ruy López de Segura (s.XVI) hasta Dulce Chacón (s.XX)
La historia se repite y la burguesía aspira ahora a convertirse en reflejo de la nobleza, al igual que la nobleza aspiró en su momento a ser el reflejo del señor.
En los siglos XVII y XVIII los ricos comerciantes construyeron edificios y casas que embellecieron la ciudad.
El caso más significativo es el retablo funerario de Alonso de Salas Parra, en la Iglesia de la Candelaria, conocido por ser sus lienzos obras de Francisco de Zurbarán (1644).
De la Iglesia a la Plaza
El siglo XIX aporta cambios revolucionarios al rostro urbano de Zafra. Nuevos edificios como la estación de Ferrocarril y el Casino (antes convento de Regina Coeli). Nuevos materiales como el hierro, el vidrio y el hormigón. Y nuevos usos, ya que algunos de los edificios religiosos cambian su función con la Desamortización.
(Nota: La Desamortización consistió en poner en el mercado,  previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que estaban en poder de la Iglesia Católica u órdenes religiosas.)
A su vez, la burguesía industrial y financiera, elegante y refinada, alimentó sus casas y construcciones con los gustos de la moda, dentro de un floreciente progreso económico y comercial. Podemos ver grandes casas señoriales como:
Casa-Palacio del Conde de la Corte (s.XIX), Casa de los Marqueses de Encinares (s.XIX), Casa-Palacio del Marqués de Solanda (1905), Casa Modernista de la familia García Goitia (1910).
Nota: En el siglo XVI, el actual ayuntamiento fue la casa-palacio de García de Toledo y Figueroa, hermano del tercer Conde de Feria. En 1600 fue ocupada por las monjas franciscanas y lo convirtieron en el convento de la Cruz de Cristo. Desde 1881 es  Ayuntamiento. (Como anécdota… Juana Dormer quería esta casa, las monjas ya la tenían apalabrada y para que no se la quitara cogieron una noche y se instalaron allí.)
La crisis económica
A finales del siglo XVIII los enfrentamientos entre la burguesía camerana y el duque eran cada vez más intensos. La actitud indiferente del duque ante las continuas peticiones de una reducción de los impuestos señoriales durante la crisis económica por parte de los comerciantes, hizo que estos apoyaran a la monarquía frente al poder señorial. Finalmente, tras la guerra de la Independencia la ciudad se liberó del dominio de los Feria. Este cambio solo fue un traspaso de poder a manos de ricos comerciantes.
A finales del siglo XVIII y XIX, el sistema económico de Zafra entró en crisis.
El desastroso reinado de Fernando VII, la epidemia del cólera, la política de préstamos del Banco Agrícola, que llevó a muchos pequeños propietarios a hipotecar y perder sus tierras…, hicieron que se tomasen medidas drásticas: se apostó por el ferrocarril, fomentado por la burguesía de Zafra y llevado a cabo por mano de obra local. Este resultó ser un nuevo incentivo para la economía y el crecimiento urbano.
Con el ferrocarril se creó la Avenida de la Estación.
La ciudad había crecido fuera de las murallas sólo con espacios para el esparcimiento, como el paseo de la Alameda (destinado a la feria) y la Plaza de Toros.
Una nueva concepción urbanística se abrió paso, la ciudad tomó su espacio extramuros y se construyó el Teatro Salón Romero (1911), el Hotel Cabañas (1912) y la actual Plaza de España (1912-19), junto con barriadas obreras en las inmediaciones de la Plaza de Toros.
Nota: Plaza de Toros de Zafra. Molinos de Vientos (por el solar que ocupó). Inaugurada en agoto de 1844, se hundió parcialmente en diciembre de ese mismo año y no se reparó hasta 1848.
Tiene capacidad para 5.000 espectadores, es de 3ª categoría (clasificada según antigüedad, tradición, tamaño y nº de festejos anuales). La forja de las gradas era de la antigua Maestranza de Sevilla.

La feria ha sido uno de los elementos más importantes en la economía y en la configuración de la ciudad. Su emplazamiento ha ido cambiado con el crecimiento de la ciudad, desde las plazas Chica y Grande, el campo de Sevilla, la actual Plaza de España en el siglo XIX y finalmente el actual recinto ferial.
Desde hace siglos la feria ha seguido reuniendo a comerciantes y ganaderos a las puestas de Zafra, llevando a la Categoría de Feria Internacional Ganadera en 1992.
(En el 2016 celebramos la 563 Feria de San Miguel).

"CIUDAD" En 1882 el rey Alfonso XII le concedió a Zafra el título de Ciudad, y en 1965 la población fue declarada Conjunto Histórico Artístico de Interés Nacional, tratamiento que ya ostentaba el Alcázar desde 1931.

Otros datos de interés
*Escudo Suárez de Figueroa: Cinco hojas de higuera.
Origen: Una proeza contra los musulmanes relacionada con el rescate de unas doncellas, que les iban a ser entregadas en virtud del Tributo de las 100 Doncellas, rescate llevado a cabo por Fernando Fernández en un campo de higueras.
*Actual Duque de Feria: Rafael Medina, hijo de Rafael Medina y Fernández de Córdoba y de Nati Abascal.
*Aníbal González, arquitecto sevillano que proyectó la Plaza España de Sevilla para la Exposición Iberoamericana del año 1929. También es obra suya una casa en la calle Gobernador de Zafra (junto al casino).
*Casas señoriales cerca del Pilar Redondo, fachadas:
Estilo Modernista (la de azulejos verde azulados, mirar animalitos de la fachada).
Estilo Neoplateresco (la de piedra).
Estilo Neoclásico (el palacete Conde de la Corte).

martes, 11 de julio de 2017

Un rinconcito para ti

 LA VISITA

¡Hola Mami! Qué guapa te veo hoy.

He tenido que aparcar cerca del parque porque esta calle está siempre llena de coches, menos mal que por la tarde se queda tranquila y no te molestan con los ruidos.

¿Te gusta el vestido que llevo? Lo compré ayer en las rebajas y he traído una blusa para ti. Mira que colores más alegres, es bonita, ¿verdad?

Anoche estuve en el cine con Carlos viendo una película preciosa, de esas que te gustan a ti. Por cierto, vi allí a tu amiga Rosa y me ha dicho que te diera un beso muy grande, así que toma, muak y requetemuak.
Uhm… ¡Que suave tienes la cara, que calentita! y que bien hueles.
¿Es la colonia de siempre?

Mami…, mamá, maaamá. Háblame o mírame, estoy aquí. He venido a verte y ya sabes que no me gusta que me ignores.
Voy a abrazarte como tú lo hacías conmigo.

No me olvides, soy yo, tu “niña”. Por favor, eso sí lo tienes que recordar, sólo eso mamá. Tienes que quedarte algún recuerdo, que no te los quite esa “maldita enfermedad” que arrebata todo; la memoria, la voluntad y la fuerza para luchar contra ella, desarmándote.

(Salen lágrimas de mi alma, no puedo evitarlo, pero eso no te lo cuento)

Bueno, estoy aquí un ratito contigo y luego me voy, porque tengo que hacerles la comida a los niños. Cuando llegan del colegio vienen hambrientos,  y eso que les pongo algo para el recreo.
  
Mañana vamos a ir al parque, las dos juntitas, que el tiempo pone sol.
¿Vale Mami?




Nuria Biosca 

Enero 2016