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martes, 14 de octubre de 2014

Alcázar-Palacio Duques de Feria


DE ALCÁZAR A PALACIO

   En la época de los Austrias, la identificación de una residencia con un linaje era plenamente justificable. Algunos monarcas evidenciaron su interés por las reformas de sus residencias y la nobleza imitaría sus gestos. Así, la reforma de las viejas fortalezas urbanas, para acomodarlas a los nuevos tiempos, fue una práctica muy extendida en la época. Un ejemplo, la concebida renovación del Alcázar de la villa de Zafra para adaptarlo a la adquirida dignidad ducal de los Suárez de Figueroa, tras conceder el título al primer duque, y materializada en la época del segundo.
*Primer Duque de Feria (1567-1571)
Gomes III Suárez de Figueroa
*Segundo Duque de Feria (1571-1606)
Lorenzo IV Suárez de Figueroa

EL ALCÁZAR

Fue construido entre 1437 y 1443 (seis años duraron las obras), encargado por los primeros condes de Feria, segundos señores, Lorenzo II Suárez de Figueroa y María Manuel para satisfacer las pretensiones de su rango señorial. Se convertiría en sede de una brillante corte, primero condal y luego ducal.
Con la construcción de este edificio buscaban una residencia acorde con las edificaciones de la época. La construcción responde al esquema de fortificación señorial del siglo XV. Sus dimensiones, su enorme tamaño, hacen que destaque sobre los demás edificios de la población. De planta cuadrangular, con 8 torreones dispuestos tanto en las esquinas como en la zona central de los lienzos. La puerta principal se abre entre dos torreones, los escudos que aparecen sobre ella pertenecen a los fundadores; las cinco hojas de higuera del escudo de Don Lorenzo y los leones rampantes y brazos alados del escudo de Doña María.

Nota: Se dice que cinco cañones de artillería custodiaban la entrada al palacio y que fueron los franceses quienes se los llevaron cuando se retiraron de la población al finalizar la Guerra de la Independencia (1808-1814).

Destaca la Torre del Homenaje por ofrecer mayores dimensiones que el resto, 29 metros de altura y 12 de diámetro. En la cámara de los esposo de esta torre se aprecian pinturas de figuras geométricas, damas de la época medieval y otros dibujos curiosos. (La torre del homenaje era la torre principal del castillo, símbolo de poder y el lugar más protegido, en caso necesario podía convertirse en el último núcleo de resistencia).

Hay que señalar la decoración de estilo mudéjar y otras decoraciones añadidas en distintas épocas, como adiciones renacentistas. Destacando la cubierta de la Capilla privada de los señores, de estilo mudéjar con una cúpula octogonal de madera y la Sala Dorada con su hermoso artesonado mudéjar, así como las techumbres que se conservan en salones y otras dependencias de la planta baja.
           
PALACIO

Numerosas reformas fueron enriqueciendo el edificio a lo largo de los años para convertirlo en Palacio.
En torno a 1600, en tiempos ya del segundo duque de Feria, el viejo Alcázar medieval obsoleto y limitado, fue sometido a una remodelación para convertirlo en un edificio de tipo palaciego.
Entre 1605-1609 se construye una galería o pasadizo, un brazo con fachada renacentista en piedra y ladrillo que unió el palacio a la vecina iglesia conventual de Santa Marina, reedificada a la vez para que formase cuerpo con la residencia nobiliaria.
Adosada al final de esta galería se encuentra la Puerta del Acebuche, realizada en granito, por la que se accedía al patio de armas.
En 1612, remodelación de toda la clausura conventual con el fin de armonizar y completar el conjunto nobiliario-religioso creado.
En la Iglesia de Santa Marina se conserva la escultura orante de Margarita Harrington (prima de la primera duquesa Juana Dormer), cuyo legado testamentario sirvió para financiar parte de las obras.
Las obras, encomendadas a Francisco Montiel fueron algunas de estas:
La construcción de un patio de mármol de líneas clasicistas. (El magnífico patio central en el interior del palacio fue atribuido erróneamente a Juan de Herrera).
Dos nuevas alas con azoteas adosadas a ambos lados de la puerta principal.
Galerías abiertas a un nuevo jardín para completar la antigua Huerta Honda. Jardín y huerta se abastecían del agua proveniente del Pilar del Duque.
A lo largo de los siglos el antiguo Alcázar se ha ido adaptando a sus necesidades hasta convertirse en lo que es hoy, Parador Nacional de Turismo. Desde que dejó de ser habitado por sus nobles propietarios hasta nuestros días han sido muchos los cambios. Como Residencia de la familia ducal de Feria, cesó en sus servicios aproximadamente en el siglo XVII, sus dueños se trasladaron a otros palacios que tenían en la Corte de Madrid, así como su lujoso mobiliario, obras de arte y adornos. Los duques venían a Zafra sólo en contadas ocasiones para recaudar sus tributos. Al integrarse el Ducado de Feria en el de Medinaceli sus dueños estaban más ocupados en otros negocios y asuntos de la Corte madrileña.
En el siglo XVIII, guardando el edificio en ausencia de sus dueños, habitaban el palacio unas diez familias y algunos integrantes de estas familias formaban parte del personal encargado de la “Contaduría del Duque” desde donde se administraba el Estado de Feria y los derechos de Duque sobre los numerosos pueblos de la comarca, recaudando las alcabalas o tributos que le correspondían como poseedor del título.
En Zafra, por ejemplo, en el año 1801, los Duques cobraban alcabalas en concepto de las diversas mercancías que se movían en su ambiente local (hierro, carbón, paños, madera, cuero, pescado, cerdos, frutas, hortalizas…) Estos impuestos sumaban al año bastantes reales (52.158), sumas considerables de dinero que recaudaba la Contaduría en Zafra para los bolsillos de los Duques.
En el siglo XX, ya retirada la Contaduría del Duque, a este edificio se le dio otros usos de mayor utilidad pública:
Año 1911, se establece un Colegio y Centro de Enseñanza. En 1928 se crea un Instituto de Segunda Enseñanza, aunque en 1936, con la Guerra Civil, se cierra oficialmente el Instituto, debido a la situación económica en que se encontraba el ayuntamiento al no poder correr con todos los gastos del profesorado.
A partir de la Guerra Civil, durante la campaña militar se instala un Hospital de Sangre para los combatientes moros heridos en el frente de guerra.
En el año 1942 se crean las Escuelas de Artes y Oficios o de Formación Profesional, a las que llegaron a asistir más de un centenar de alumnos en diversas especialidades.
En la posguerra, ocuparon sus dependencias gentes sin medios y sin posibilidades que no tenían donde cobijarse y que las autoridades de entonces les permitió habitar la parte de abajo del palacio.
Esta situación se mantuvo durante muchos años, hasta que surgió el proyecto de convertir el castillo en Parador Nacional de Turismo. Un proyecto empujado por el Antonio Chacón Cuesta, Alcalde de Zafra nombrado en 1960, que luchó por hacer realidad con todo su empeño y aunque él no pudo verlo, el 15 de octubre de 1968, fue inaugurado el Parador Nacional llamado “Palacio de los Duques de Feria”