ANTECEDENTES. Segedanos o Zafrenses.
Encontramos “antecedentes” del origen de Zafra si nos
remontamos a la prehistoria (unas oquedades decoradas con pictogramas en el castellar) o a la edad
de bronce (un castro celta).
De la ciudad romana Segeda (Restituta Julia), la cual se cree estuvo ubicada en lo que hoy es
Zafra, nos viene el nombre de segedanos,
según la argumentación del historiador Rodrigo Caro, pero según la teoría de
Pedro de Valencia, natural de Zafra, humanista y entendido en la cultura
clásica somos zafrenses (por "Sajra"); teoría que
comparte don Antonio Salazar, anterior cronista oficial.
El vocablo “Sajra” (roca) es árabe y se aplica a
lugares situados en lo alto de picachos escarpados, la evolución fonética
deriva en: Sajra-Safra-Çafra-Zafra.
Sobre el Castellar se alzaba un castillo árabe entre
los años 1030 y 1045 para reforzar la defensa militar de la línea fronteriza
entre los reinos moros de Badajoz y Sevilla. Esta fortaleza musulmana era el
castillo de Abi Hassan.
Zafra estuvo en poder de los musulmanes hasta que fue
conquistada por Alfonso IX, Rey de León (1229), pero al ser abandonada más tarde
por los ocupantes cristianos, vuelve a ser poseída por sus antiguos primitivos
dueños, hasta la Reconquista de Fernando
III, el Santo (1241) que la pobló de cristianos.
Los primitivos habitantes convivían con los nuevos
pobladores cristianos. Se cree que para sobrevivir, mantenerse en la zona y
conservar sus bienes, la población autóctona que habitaba el área zafrense pactó
con el Rey para poder mantener sus propiedades, religión y costumbres. Más
adelante los nuevos pobladores se superponen a los restos de esa antigua población,
pero no podemos olvidar que moriscos, judíos y cristianos convivieron un tiempo
en armonía, y pruebas de estas tres culturas podemos apreciarlas en los restos
que conserva la población actual.
GENERALIDADES
DE SU HISTORIA. Los Suárez de Figueroa. Los Cameranos
Parte importante de la historia de Zafra y de su
estructura urbana se debe a la noble familia de los Suárez de Figueroa. Presidieron amplios dominios territoriales
(Señorío, Condado y Ducado).
En 1394 el territorio llamado Señorío de Feria (Zafra, Feria y La Parra) pasa al poder de Gomes I
Suárez de Figueroa (esposa Elvira Laso de Mendoza), Primer Señor de
Feria, por donación del rey Enrique III.
En 1460 Lorenzo
II Suárez de Figueroa (esposa María Manuel) alcanza el título de Primer Conde de Feria, otorgado por Enrique IV.
En 1567 Gomes III Suárez de Figueroa (esposa Juana Dormer) será Primer Duque de Feria por concesión del rey Felipe II.
En 1567 Gomes III Suárez de Figueroa (esposa Juana Dormer) será Primer Duque de Feria por concesión del rey Felipe II.
Los Suárez de Figueroa dieron a la Villa un cierto aire
monumental, pues se habían ocupado de levantar grandes edificios como el
destinado a su residencia, el Alcázar (1443) y un panteón del linaje, el Monasterio
de Santa Clara (1430).
En este tiempo se consolida la estructura urbana
actual de la Villa de Zafra.
(Nota: Gomes Suárez de Figueroa era mayordomo mayor de
la reina Catalina de Lancaster cuando el rey le hizo merced del Señorío, este
empleo por sí solo no justificaba la concesión, pero el rey lo hizo con motivo
de su agradecimiento hacia su padre, el Maestre Lorenzo I Suárez de Figueroa, por
los servicios que le había prestado. El Maestre poco a poco se forjó un puesto
relevante dentro de la Orden de Santiago y llegó a ser “Gran Maestre de Santiago”, un puesto político
importante, un personaje muy influyente en la corte y en el gobierno personal
del rey Enrique III.)
Tan importante como el conjunto urbano es su
ocupación.
Zafra prosperó bajo el Señorío de los Suárez de
Figueroa, también la comunidad judía aumentó en personas y hacienda con unas
relaciones cordiales, por lo que se mostraban agradecidos a los señores y les donaban un marco de plata anual. Tenían
su Sinagoga en la calle San José; el barrio judío estaba en torno a esta calle,
la de Badajoz y la del Pozo. Sin embargo, con los Reyes Católicos habrá un gran
cambio en la comunidad judía por su decreto de expulsión en 1492, debían
convertirse al Cristianismo o marcharse de la población al igual que la población
morisca.
La repoblación de la zona ganada a los musulmanes se
hizo con cristianos provenientes de otras regiones, sobre todo del antiguo y
vecino reino de León.
De la Rioja, desde las zonas logroñesas llegaron Los Cameranos en el siglo XVII y más en el XVIII. Constituyeron una comunidad de poderosos comerciantes y curtidores. Familias enteras se establecieron en Zafra. Buena parte de los muchos mercaderes que montaron sus negocios lo hicieron en torno a los soportales de la Plaza Grande y la Plaza Chica.
Los mercaderes cameranos, unidos entre sí para evocar
a su tierra, adquirieron una imagen de la Virgen, a semejanza de la llamada
Valvanera que se venera en su tierra (Lumbreras) y solicitaron al Obispo de
Badajoz en 1729, la instalación de una capilla en la Colegiata de la Candelaria
para su celestial patrona, un retablo costoso. Los nuevos vecinos establecidos
en Zafra y sus actividades mercantiles dieron también un carácter mercantil a
la futura ciudad de Zafra.
DE VILLA A
CIUDAD
“Queriendo dar prueba
de mi real aprecio a la villa de Zafra, provincia de Badajoz, por sus preclaros
antecedentes, aumento de población, importancia agrícola y su constante
adhesión a la Monarquía Constitucional, vengo en concederle el TÍTULO DE
CIUDAD.
Dado en Palacio a Nueve
de Enero de 1882”
ALFONSO XII, REY
Zafra pasó de ser Villa a Ciudad en 1882 a petición de
su Alcalde (don Carlos Ramírez Lobato) y por real Decreto del Rey Alfonso XII.
La solicitud se apoyaba en que tenía: 5.600 habitantes,
biblioteca pública, administración de correos y lotería, estación meteorológica
y telegráfica, era cabeza judicial de partido, estaba bien situada, se
celebraban ferias importantes, tenía escuelas, hospitales, conventos
religiosos, teatro, casino, buenos paseos y hermosas calles, fuentes, notables
edificios… (Con razón la llaman “Sevilla la Chica”).
*A los habitantes de Zafra se les llama segedanos o
zafrenses, pero también se les llamaba “churretines”
por su aspecto acicalado, más de señorito por su modo de vestir, diferente a
otros lugareños y campesinos de la comarca.
PUNTO DE ENCUENTRO COMERCIAL
Y TURÍSTICO
Zafra, por su situación estratégica en el centro de un
importante e histórico nudo de comunicaciones que une varias capitales
provinciales y regionales (Badajoz, Mérida, Sevilla, Huelva y Córdoba), ha sido
siempre una ciudad industrial y comercial que servía como proveedora a su
entorno, a otros pueblos dedicados mayoritariamente a la agricultura y ganadería.
Adaptada y abierta a todos, por su capacidad cordial de
recepción en su mercado.
Lo vamos a ver en sus calles y plazas.