IGLESIA
NUESTRA SEÑORA DE CANDELARIA
Cogiendo unas pinceladas de aquí y de allá y recopilando parte de la información que nos aportan grandes autores sobre la historia de Zafra, como Croche de Acuña en su libro La Colegiata de Zafra o Juan Carlos Rubio y José María Moreno en sus numerosas publicaciones sobre nuestra ciudad y su patrimonio, surge en mi el deseo de plasmar dicha información en este blog para dar a conocer uno de los monumentos más importantes de Zafra, la Parroquia de Nuestra Señora de Candelaria. Es sólo una aportación resultado de mi inquietud y curiosidad por lo que nos rodea, con la intención de aprender cada día algo más.
Construida en terrenos del noble García de
Toledo para sustituir a la primitiva iglesia ubicada en la Plaza Grande. Se
inician las obras a petición del tercer conde de Feria en 1527 y se abre al
culto en 1546, aunque sin terminar porque continuaron las obras hasta finales
del siglo XVI. Su proceso constructivo tuvo numerosos altibajos y hoy en día
hay partes de la decoración exterior sin terminar. Sin embargo, no merma su
unidad espacial y estética. Gracias a las donaciones de los fieles y los
poderosos mercaderes se completó la ornamentación del interior.
EDIFICIO
El Templo muestra una sola nave, con
capillas entre los contrafuertes y coro alto a los pies, crucero de alas cortas
y ábside ochavado.
Sus dimensiones son: 47 metros de largo, 25
metros de ancho en el crucero y 22 metros de altura.
La Iglesia edificada en líneas góticas, se
continuó con estilo renacentista y barroco en su ornamentación interior. Fueron
Maestros Mayores de la fábrica Juan García de las Lieves y Andrés de Maeso.
Otros autores de las obras artistas decorativas que guarda son Blas Escobar y
José de Arce.
La portada principal del templo que da la
exterior es del año 1701. Está hecha de mármol y está adornada con imágenes de
la Virgen en el centro y San Pedro y San Pablo a los lados.
COLEGIATA
En 1609, la Iglesia fue erigida Colegial
Insigne gracias a las gestiones del Duque de Feria.
Zafra era el centro del importante Ducado de
Feria. Los señores de Feria, con destacados puestos políticos en la nación, no
querían una simple parroquia para su territorio. Por ello, el Duque pide al
Papa Paulo V convertir el principal templo de sus dominios en Colegiata, con
Abad, canónigos y demás clérigos.
Durante dos siglos, del XVII al XIX, fue regida
por 14 abades y un coro, situado en el centro de la iglesia, daba asiento a los
canónigos en los numerosos sillones que actualmente podemos ver distribuidos por
el templo. Después de más de 200 años como Colegiata desaparece la institución (por
problemas económicos y de gestión) y vuelve a convertirse de nuevo en
Parroquia.
La Colegiata fue una muestra del poder
nobiliario. Los escudos de la Casa Ducal se repiten por todo el edificio, tanto
en los muros exteriores como en su interior (podemos verlo en el coronamiento
del Retablo Mayor).
RETABLO
MAYOR
Fabricado entre los años 1656 y 1683 por
Blas Escobar, José de Arce y otros artistas sevillanos, con arreglo a las
normas del Renacimiento y el Barroco.
Cuenta con unas monumentales columnas Salomónicas
de fuste retorcido, obra de Blas Escobar (influenciado por las del artista
italiano Bernini en la Basílica de San Pedro de Roma).
De las imágenes que decoran el retablo, destaca
la enorme talla de Cristo Crucificado de José de Arce, ubicado en la
parte superior. También destacan los relieves de El Nacimiento de Cristo y La
Adoración de los Reyes en los laterales de la parte inferior atribuidos a
la artista sevillana Luisa Roldán “La Roldana”.
En el centro del retablo nos encontramos
con la titular de la Iglesia, la Virgen de Candelaria, y debajo Santa Brígida,
patrona de la ciudad.
Coronando una pequeña cúpula se encuentra una
urna con la reliquias de San Ciro Mártir (regalo del Papa Alejandro VI al Duque
de Feria).
RETABLO
DE ZURBARÁN
En una de las capillas del crucero de la
derecha, encontramos el retablo de la Virgen de los Remedios, de líneas
clásicas, donde se exhiben nueve lienzos de Francisco de Zurbarán, un retablo
funerario encargado por el mercader zafrense Alonso de Salas Parra y realizado en
1644 por el pintor extremeño.
Los cuadros se distribuyen en tres calles.
Dispone de un basamento, dos cuerpos principales y un ático con remate central.
Coronando el retablo aparecen las figuras de La Sagrada Familia con la Trinidad, justo
debajo destaca uno de los más importantes lienzos, la Imposición de la Casulla a San Ildefonso, a su izquierda San Miguel Arcángel y a su derecha San Nicolás de Toledino.
En el centro del retablo estaba, hasta hace
pocos años, La Virgen de los Remedios,
ahora ocupa su sitio El Cautivo. A su
izquierda se encuentra San Juan Bautista y a la derecha San Jerónimo.
En la parte inferior se incluyen las figuras
del donante, Alonso de Salas Parra y de
su esposa Jerónima de Aguilar Guevara
(esta última no fue pintada por Zurbarán) y dos pequeños lienzos de San Andrés y San Bernabé.
RETABLO
DE LA VIRGEN DEL CARMEN
Este retablo está paralelo al de Zurbarán. Es
obra de Blas Escobar. Tiene tres cuerpos y columnas salomónicas entre las
calles. En la hornacina central se encuentra la Virgen del Carmen. A los lados hay
dos obras pictóricas, una de Santa Teresa de Jesús y la otra de Santa Reina.
En el segundo cuerpo observamos una imagen
central de San Pedro con imágenes a los lados de San Antonio de Padua y San
Francisco de Padua. El
cuerpo superior lo forman la imagen del Padre eterno con la bola del mundo en
el centro y dos pequeñas pinturas de mujeres en los laterales.
Muy interesante son las dos cabezas decapitadas
sobre bandejas que se encuentran en el basamento de estilo tenebrista.
ALTAR
DE LA INMACULADA
Otro de los tesoros artísticos del templo es el
Altar de la Inmaculada, situado en una de las capillas laterales, a la
izquierda. Construido hacia 1607.
Contiene pinturas, a un lado y a otro de la
Virgen, representando las figuras de los donantes del retablo, Alonso Sánchez y
su hijo Diego, en postura de rodillas y amparados por sus patronos titulares,
San Diego de Alcalá y San Ildefonso de Toledo.
En la parte inferior del altar destaca un
cuadro de la mártir romana Santa Cecilia, en la misma posición que fue
encontrada en las catacumbas de Roma, en el año 1599.
La imagen de la Inmaculada que ocupa la
hornacina central es posterior, está datada en el siglo XIX. Tiene un bello
rostro y está realizada para ser vestida.
RETABLO DE LA VIRGEN DE VALVANERA
Bajo la torre de la iglesia, en la parte
trasera del templo, se encuentra la Capilla del Bautismo. Dedicada a la Virgen de
Valvanera (patrona de la Tierra de Cameros en Logroño), envuelta en un retablo
barroco muy recargado, del siglo XVIII, obra de Juan Ramos de Castro. La
acompañan otras figuras de gran interés. El retablo fue sufragado por los
comerciantes cameranos afincados en la Villa de Zafra.
En esta capilla se encuentra también la Pila Bautismal
de la antigua Iglesia de la Plaza Grande, labrada en mármol en un estilo gótico
– mudéjar y donde se aprecia la fecha de su construcción, año 1309.
OTROS
RETABLOS
Hay otros importantes retablos en el templo y entre
ellos destaca el retablo barroco de la Capilla del Sagrario, donde se conserva
el Santísimo Sacramento, justo al lado derecho del Altar Mayor. Obra también de
Blas Escobar, con una magnífica talla del Crucificado (conocido como el Cristo
de las Aguas).
Lo acompaña el retablo de la Virgen de los
Dolores, de época más tardía, estilo rococó. Sobre el altar hay una urna de
cristal con la figura de un Cristo Yacente del siglo XVI, procedente de Méjico,
hecho de pasta de maíz y con los brazos articulados.
En esta Capilla del Sagrario es donde podemos
ver una parte de los asientos del desaparecido coro bajo central.
Hay que mencionar también el retablo de la
Dolorosa y el de la Sagrada Familia en el crucero del templo. Y no olvidar otros
altares o sepulcros, espacios de la iglesia dedicados a personajes de la
nobleza que hicieron numerosos actos de beneficencia.
EL
ÓRGANO
El magnífico órgano de la iglesia, sustentado
por un coro superior, luce sobre una de las puertas laterales del templo,
puerta de San José. Fue construido en el año 1717. Un instrumento sonoro de
tubos de metal con preciosas tallas en madera de boj y con fuelles de cuero.
Es un órgano barroco en el que se colocan los
tubos en posición horizontal, propia de los órganos españoles. La parte
superior se corona con un cuerpo de figuras de ángeles músicos tocando
instrumentos.
Actualmente no se encuentra en funcionamiento
debido al estado de la madera.
VIDRIERAS
Las vidrieras que decoran los altos muros del
templo se instalaron en el año 1917. Procedentes de importantes factorías de
vidrios de San Sebastián y París.
Fueron donadas por los esposos Casimiro
Fernández y Paula Gómez, lo cual permitió ser sepultados en los muros del
templo, junto al retablo de Zurbarán.
LOSAS DEL PAVIMENTO
Las familias nobles que poblaron la ciudad
dejaron sobre estas losas sus nombres y sus escudos nobiliario cuando sus
restos fueron sepultados. Podemos considerarlas como una colección perteneciente
a la heráldica de la nación de la Villa de Zafra.