CENTRO SOCIOCULTURAL “GARCÍA DE LA HUERTA”
Ubicada en un edificio del siglo XIX, en la calle Huelva nº 14, nos encontramos con la Casa de la Cultura de Zafra. Centro Sociocultural que lleva el nombre del poeta y dramaturgo español, nacido en Zafra, Vicente García de la Huerta (1) y Sede de la Universidad Popular de Zafra.
La mansión, propiedad de la familia Martínez-Salazar, fue adquirida por el Ayuntamiento de Zafra en 1982.
Una antigua vivienda de grandes proporciones, remodelada hacia 1860 y transformada hoy en día en la Casa de la Cultura.
Destaca el mirador de hierro forjado característico
del urbanismo zafrense del siglo XIX y principios del XX.
A diferencia de otros edificios para viviendas de Zafra, donde predomina el eclecticismo en la arquitectura, tendencia basada en la mezcla de diferentes elementos aunando todos ellos en conjunto (estilos y épocas de la decoración), esta vivienda no sigue propiamente ningún estilo ni eclecticismo. Destaca por su simetría, el volado de ventanas y la escasa ornamentación que se resume en un cornisamento que sirve de transición a un paño ciego, en lo más alto de la fachada, donde se suelen apoyar imitaciones de jarrones cerámicos característicos de esta arquitectura zafrense.
Vicente García de la Huerta en la Real Academia Española
El 20 de mayo de 1760
ocupaba su asiento en la RAE el erudito y escritor Vicente García de la Huerta,
que había sido admitido como supernumerario cinco años antes, el 27 de febrero
de 1755.
Nacido en Zafra
(Badajoz) el 9 de marzo de 1734, García de la Huerta estudió Gramática y
Artes en la Universidad de Salamanca y en 1755, a los veintiún años,
publicó su primera obra, el poema heroico Endimión, dedicado
al duque de Huéscar. García de la Huerta fue una personalidad muy destacada en
el mundo de las letras del siglo XVIII; tras estudiar en Salamanca se
estableció en Madrid como archivero de su amigo y protector Fernando de
Silva Álvarez de Toledo, duque de Alba, director de la RAE desde 1754 hasta
1776.
En 1766 viajó a París
acompañando al duque, donde escribió coplas y cartas jactanciosas que
provocaron el enojo del conde de Aranda y que le valieron el destierro al Peñón
de Gibraltar primero y a Orán (Argelia) después, donde permaneció hasta el
ministerio de Floridablanca en 1777. En el destierro dio forma a su tragedia Raquel,
estrenada en Barcelona en 1775 y en Madrid en 1778. Defensor acérrimo de los
valores éticos y estéticos del siglo anterior, con Raquel García de la
Huerta volvía a ensalzar los esquemas clásicos y los valores heroicos del
teatro tradicional.
Entre 1785 y 1786
publicó los dieciséis volúmenes de su obra Theatro hespañol, donde
compiló una antología de comedias españolas del Siglo de Oro y de principios
del siglo XVIII y en cuyo prólogo arremetió contra el clasicismo
francés y sus seguidores. García de la Huerta - «de natural altanero y
soberbio» (La Real Academia Española, p. 67) - se granjeó una vez más
los abucheos de la crítica, entre los que figuraban autores de la talla de
Jovellanos, Forner,
Moratín e Iriarte.
Sin embargo, pese a
las críticas que siempre lo acompañaron, el académico cosechó numerosas distinciones
y fue elegido miembro, además de La Real Academia Española, de las Reales
Academias de la Historia, de la de Bellas Artes de San Fernando y de la de
Buenas Letras de Sevilla.
En la RAE asistió a
casi todas las juntas académicas y se encargó, junto a Blas Nasarre, de la compra
de la biblioteca particular del primer secretario, Vicencio
Squarzafigo, tras su muerte en 1737. Aquella adquisición
supuso un hito para la Academia que destinó, desde entonces, una cantidad de
trescientos ducados a sus presupuestos para la adquisición de libros.
Vicente García de la
Huerta murió en Madrid el 12 de marzo de 1787, tras haber ocupado el sillón N
de la RAE durante veintisiete años.
- La Real Academia Española, 1999, Alonso Zamora Vicente (p.67- 68).